Muchas veces escuchamos a los relatores por televisión cuando, luego de los 120 minutos de un partido igualado, dicen “nos vamos a la lotería de los penales”. Pero ¿Qué tan cierta es esta frase? ¿Los tiros desde los 12 pasos son verdaderamente una lotería?.
En su libro Economía 3D, Martín Lousteau dedica un capítulo para el fútbol. En una subdivisión de este capítulo habla de los penales e informa de un estudio realizado por los economistas André Chiappori, Steven Levitt y Timothy Groseclose, donde se analizó 459 tiros desde los doce pasos ejecutados por 162 jugadores distintos de los campeonatos de primera división de Francia e Italia. El resultado fue que los ejecutantes patearon 206 veces a su izquierda, 174 veces a su derecha y 79 al medio. Los arqueros eligieron 260 veces la izquierda del pateador, 188 a la derecha y solo se quedaron en el centro 11 veces. ¿Entonces por que no pateamos más al medio? Lousteau también lo explica por una cuestión de equilibrio y de naturaleza en el pateador, que generalmente cruza el remate.
Pero sacando el tema estadístico analicemos otros factores. En la final del mundial 2006, uno de los mejores jugadores que haya visto jugar picó el penal para que Francia comience a ganar. Después se lo empataron y se lo ganaron justamente por la misma vía por la que Zidane había abierto el marcador. En los cuartos de final de la última Copa del Mundo Sebastián Abreu volvió a pinchar un penal para definir la serie ante Ghana y clasificar a la semifinal. Cuando uno ve a estos jugadores piensa que están locos y que tienen que tener muchos huevos para poder ejecutar de esa manera en tal instancia. Entonces el factor de la frialdad en cada uno entra a la hora de ejecutar un penal, porque no cualquiera la pica.
Otro factor es el orden de los penales. Muchos aseguran que el quinto penal es importante porque muchas veces es el que define. Sin embargo en un hecho creo que histórico (o por lo menos yo fue la primera vez que lo vi) cuatro brasileños erraron los primeros cuatro penales y el quinto no tuvo la chance de enfrentar a Villar. No se quién era el quinto ejecutor de Brasil, pero evidentemente los primeros penales a veces son mucho más importantes que el quinto, que a veces ni patea.
El arquero juega un gran papel también en estas definiciones. “Puede ser héroe pero nunca villano” se dice generalmente. Es que el portero solo tiene un 25% de probabilidades de parar un tiro de estas características y cuando lo logra es mucho más festejado que un gol (muy parecido a lo que sería un quiebre de servicio en el tenis). Por eso hay arqueros que quizás tienen más intuición o que cuando adivinan el palo se estiran mejor o controlan mejor los remates, ya que a veces el solo hecho de adivinar no garantiza atajar el penal. De Lehman no vamos a hablar porque ya se habló mucho.
Y obviamente hay factores como la pegada, la categoría del jugador para poder ejecutar a todos los lados posibles y no tornarse predecible en sus disparos, como Néstor Ortigoza, que no solo ejecuta bárbaro sino que nunca erró un penal en su carrera (exceptuando un remate contra Tigre en el Apertura 2009 que fue invalidado por adelantamiento del arquero y en la reejecución fue gol).
Maradona erró, Platini falló y yo en un torneo MC no pude atajar ninguno en una definición por el pase a la final. La suerte obviamente está presente pero no al punto de llamar a los penales una “lotería”. Sino cuando termina el partido se tiraría una moneda…
En su libro Economía 3D, Martín Lousteau dedica un capítulo para el fútbol. En una subdivisión de este capítulo habla de los penales e informa de un estudio realizado por los economistas André Chiappori, Steven Levitt y Timothy Groseclose, donde se analizó 459 tiros desde los doce pasos ejecutados por 162 jugadores distintos de los campeonatos de primera división de Francia e Italia. El resultado fue que los ejecutantes patearon 206 veces a su izquierda, 174 veces a su derecha y 79 al medio. Los arqueros eligieron 260 veces la izquierda del pateador, 188 a la derecha y solo se quedaron en el centro 11 veces. ¿Entonces por que no pateamos más al medio? Lousteau también lo explica por una cuestión de equilibrio y de naturaleza en el pateador, que generalmente cruza el remate.
Pero sacando el tema estadístico analicemos otros factores. En la final del mundial 2006, uno de los mejores jugadores que haya visto jugar picó el penal para que Francia comience a ganar. Después se lo empataron y se lo ganaron justamente por la misma vía por la que Zidane había abierto el marcador. En los cuartos de final de la última Copa del Mundo Sebastián Abreu volvió a pinchar un penal para definir la serie ante Ghana y clasificar a la semifinal. Cuando uno ve a estos jugadores piensa que están locos y que tienen que tener muchos huevos para poder ejecutar de esa manera en tal instancia. Entonces el factor de la frialdad en cada uno entra a la hora de ejecutar un penal, porque no cualquiera la pica.
Otro factor es el orden de los penales. Muchos aseguran que el quinto penal es importante porque muchas veces es el que define. Sin embargo en un hecho creo que histórico (o por lo menos yo fue la primera vez que lo vi) cuatro brasileños erraron los primeros cuatro penales y el quinto no tuvo la chance de enfrentar a Villar. No se quién era el quinto ejecutor de Brasil, pero evidentemente los primeros penales a veces son mucho más importantes que el quinto, que a veces ni patea.
El arquero juega un gran papel también en estas definiciones. “Puede ser héroe pero nunca villano” se dice generalmente. Es que el portero solo tiene un 25% de probabilidades de parar un tiro de estas características y cuando lo logra es mucho más festejado que un gol (muy parecido a lo que sería un quiebre de servicio en el tenis). Por eso hay arqueros que quizás tienen más intuición o que cuando adivinan el palo se estiran mejor o controlan mejor los remates, ya que a veces el solo hecho de adivinar no garantiza atajar el penal. De Lehman no vamos a hablar porque ya se habló mucho.
Y obviamente hay factores como la pegada, la categoría del jugador para poder ejecutar a todos los lados posibles y no tornarse predecible en sus disparos, como Néstor Ortigoza, que no solo ejecuta bárbaro sino que nunca erró un penal en su carrera (exceptuando un remate contra Tigre en el Apertura 2009 que fue invalidado por adelantamiento del arquero y en la reejecución fue gol).
Maradona erró, Platini falló y yo en un torneo MC no pude atajar ninguno en una definición por el pase a la final. La suerte obviamente está presente pero no al punto de llamar a los penales una “lotería”. Sino cuando termina el partido se tiraría una moneda…
1 comentarios:
Buena nota! Lusteau es el que se comió a Juanita no?
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