El equipo del Maestro Tabárez sorprendió a todo el mundo hace un año en Sudáfrica cuando logró un histórico cuarto puesto en la última Copa del Mundo. Hoy ya no sorprende que este Uruguay sea finalista y candidato a llevarse esta Copa América 2011.
El equipo charrua es justamente eso, un equipo. Comandado en la cancha por su máxima figura y el mejor jugador del Mundial pasado, Diego Forlán, lleva casi con perfección el plan antes confeccionado por el técnico para cada uno de los partidos que le toca disputar. No es raro que contra Argentina muchos lo hayan denominado mezquino y que contra Perú haya sido protagonista durante todo el partido. Es que, además de tener jugadores de primer nivel mundial como Suárez, Cavani, Muslera o Lugano, tiene un plan complementado por los futbolistas restantes que hacen un sacrificio enorme y cada uno juega de lo que tiene que jugar y hace lo que tiene que hacer.
Uruguay tiene una columna vertebral conformada por Muslera, Lugano, Forlán y un mediocampo combativo que te come los talones. Cuenta con Suárez y Cavani para poder desequilibrar y marcar en el arco rival. Tiene un técnico excelente que analiza uno por uno los rivales y no solo se limita a hacer lo que su equipo sabe, sino que exprime al máximo las debilidades del rival de turno y toma los recaudos necesarios con los puntos más fuertes de estos equipos a enfrentar. Y por si fuera poco tiene un Abreu que cada día es más importante fuera de la cancha y en el vestuario que usando la famosa 13 celeste.
Pero lo más importante que tiene esta Selección Uruguaya es que es un equipo con todas las letras, y un excelente grupo humano. No conozco la intimidad del vestuario celeste pero viendo a los jugadores y escuchando las cosas que dicen uno se da cuenta que son todos amigos y que todos apuntan para el mismo lado, sin importar quien juegue.
Algunos dirán que la amistad en el campo de juego no importa y muchas veces es cierto, pero el buen clima entre todos los trabajadores siempre favorece el trabajo. En Uruguay hay 23 jugadores y un cuerpo técnico y todos trabajan para lograr lo mismo. Todos tienen el mismo objetivo y cada uno aporta su parte, ya sea pequeña como puede ser la de un jugador suplente o enorme como lo fue la de Forlán en Sudáfrica.
Hoy más que nunca felicitamos y saludamos a los jugadores uruguayos por esa amistad que se nota dentro del campo y que tantos resultados le está dando en base al trabajo en conjunto de cada uno de sus integrantes y le deseamos lo mejor para el partido del domingo en el que nos hubiese gustado estar a nosotros.
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